martes, 12 de junio de 2012

Avatar de la mano ensangrentada


Estos días he estado bastante liado y no he podido dedicarme a lo que más me gusta: pintar miniaturas.

Hoy os traigo la última miniatura que he terminado, un Avatar de Khaine.  Esta miniatura ha dormido  unos cuatro añitos metida en su blíster hasta hace nada, sencillamente porque no me encontraba inspirado para pintar la miniatura. En general la miniatura es bastante engorrosa de montar, y al ser de metal blanco y con múltiples piezas, he tenido que anclar todas y cada una de las piezas del Avatar.

Para mí el avatar ha sido siempre la encarnación del fuego de la ira de Khaine, y por tanto sólo podía pintarse con colores amarillos y rojizos. La miniatura ha sido imprimada en blanco, y se le puso una capa base de amarillo fluorescente (que me costó engorrosos atascos con el aerógrafo). Posteriormente ha sido pintado "desde dentro" con rojo sangre y naranja amarillo solar, aplicando colores más claros en la base y más oscuros en las zonas más planas, en un intento de hacer que la armadura parezca que "brille" desde el interior hacia el exterior. Se han aplicado capas de tinta roja de Citadel y las gemas, el tabardo y el penacho se ha pintado con verde oscuro puesto que forma parte de mi ejército Eldar, para mantener cierta cohesión con el resto del ejército.

Algunas partes como la insignia pectoral y los detalles de la cabeza se han pintado con distintos amarillos a los que se le ha aplicado una capa de tinta amarilla para finalmente rematar con amarillo sunburst y amarillo fluo en algunos detalles como los espolones de los guanteletes y las runas de la espada.

La peana ha sido decorada con césped al que se le ha dado posteriormente una capa de tinta negra para simular "tierra quemada" sin tener que comprar césped electrostático negro de citadel. Una vez seca la tinta negra, se han añadido unos cuantos toques de césped negro para dejar algunos rodales de césped vivo, el mismo que estoy usando para el resto del ejército.

En general estoy contento con el acabado. No le he exigido demasiado a la miniatura que me ha parecido bastante difícil de pintar por lo barroco de la armadura, pero por contra me hubiera gustado conseguir un mejor efecto en las luces de la armadura, aunque el resultado me gusta bastante y la doy por terminada, aunque no descarto ponerle alguna calca en el tabardo.


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